Preocupa el estado del Faro Recalada: su reparación es prioritaria para la Nación

Preocupa el estado del Faro Recalada: su reparación es prioritaria para la Nación

Pocos elementos o estructuras son tan representativos de un lugar como el Faro Segunda Recalada a Bahía Blanca lo es de Monte Hermoso. La centenaria estructura, emplazada al este del balneario, es la más alta en su tipo en todo el país y durante casi 120 años ha servido de guía a embarcaciones de todo tipo que recorren el mar Argentino.

Sin embargo, en los últimos tiempos la falta de mantenimiento ha hecho mella en su estructura metálica. El mar, el sol y el viento han ido desgastando sus paredes y componentes, deteriorando su estado en forma casi impensada.

El estado de la vieja estructura es tal, que actualmente el área de Balizamiento de la secretaría de Hidrografía Naval lo tiene como prioridad uno en las obras que hay que llevar a cabo. La realidad marca que el último mantenimiento se llevó a cabo a fines de 2005, por el centenario de la estructura y, después, cualquier intención no pasó del proyecto.

Así, con el correr de los años, el centenario faro se ha ido deteriorando. En palabras autorizadas, esto no significa que esté a punto de caerse o de quedar inútil, pero sí es cierto que la proximidad del mar y la falta de mantenimiento han hecho mella y dejado sus marcas en forma visible.

Según se explica desde Monte Hermoso, en varios sitios el óxido ha carcomido la estructura, ha avanzado y ha dejado algunas paredes abiertas, descascarándose. Lo mismo ocurre con sus colores característicos: hace rato que tanto el rojo como el blanco dieron lugar a tonalidades gastadas, quemadas por el sol. En pocas palabras, resumen quienes conocen del tema, la estructura está resentida a la vista.

La situación es –como se dijo- lo suficientemente preocupante como para que el ministerio de Defensa tenga al Faro Recalada a Bahía Blanca en un nivel prioritario entre los 62 que hay en el país. Ya el año pasado, en septiembre, había sido incluído en una lista de 14 de todo el territorio nacional que iban a ser intervenidos, algo que finalmente no ocurrió.

Además, desde la comuna montehermoseña vienen marcando su preocupación, ya que si bien colabora con algunos aspectos de la conservación del lugar, no tiene potestad sobre el mantenimiento de la estructura ni del parque. De cualquier modo, sí muestran constantemente su intención de avanzar en proyectos o iniciativas para arreglar el faro.

Por ello, a partir de la visita de autoridades e ingenieros de Hidrografía Naval, de la inspección ocular  y de la calificación de la estructura como prioritaria, desde la Nación se estableció una serie de acciones a llevar a cabo, de manera que uno de los íconos de Monte Hermoso, el segundo faro más alto de América del Sur, no continúe deteriorándose.

En principio, se hará un análisis para determinar qué tan comprometida se encuentra la estructura, para después sí determinar los pasos a seguir y, sobre todo, cómo repararla. Los tiempos y los fondos corren por otro lado. Se entiende que los trabajos podría realizarlos alguna empresa naviera –de hecho, se dedican también a ellos- pero para esto previamente habría que llevar a cabo una licitación pública.

En principio, el orden de los factores sería el siguiente: análisis de la estructura; informe al respecto con estimación de costos; conseguir una partida para la reparación del faro; llamado a licitación; apertura de sobres y aprobación, para recién después comenzar a trabajar en la reparación. De tiempos no se habla. Los plazos parecen no tener la misma urgencia que el estado del gigante de acero.

“Venimos trabajando desde hace mucho tiempo en este tema, porque desde 2006 no se hace nada -resume el intendente de Monte Hermoso, Hernán Arranz-. En su momento teníamos armado un expediente, pero cambió el gobierno y nos vimos obligados a hacer todo el camino de nuevo: hablamos con el contralmirante Hernán Montero, titular de Hidrografía Naval, y se llevó a cabo la inspección”.

A partir de esta visita, explica, se determinó la necesidad de realizar un nuevo estudio para determinar el estado de la estructura en sí.

“Que quede claro: el faro no está en riesgo ni existe el peligro de que se caiga. Es una estructura imponente y con muchos años, pero su condición es preocupante a la vista. Prima facie, hay que hacerle un mantenimiento general, con reemplazo de varias piezas. Para saber más, habrá que esperar hasta que tengamos el estudio técnico”, resume.

A esto se agrega el listado con los trabajos a realizar para mejorar la estructura, a lo que se sumará el reemplazo de elementos carcomidos por el óxido, lo que también implica la necesidad de encontrar una empresa que se dedique a esos proyectos.
“Nuestro faro está en prioridad uno en todo el país. Obviamente, los tiempos los dictará la disponibilidad de recursos que haya. Vendrá una empresa para dar un diagnóstico del estado de la estructura y recién ahí se empezaría a armar un expediente para ir a una licitación para repararlo”, explica Arranz.

Desde Hidrografía Naval

A mediados de agosto, integrantes del Ministerio de Defensa de Nación y del Servicio de Hidrografía Naval realizaron una visita al predio del Faro Recalada.

Su presencia se debió a gestiones que se habían realizado meses atrás para que personal idóneo realizara un relevamiento para el análisis de su estado de conservación en pos de la planificación de trabajos de restauración y puesta en valor.

Junto a Arranz, estuvieron presentes el jefe del departamento de Balizamiento del Servicio de Hidrografía Naval, teniente de navío Rodolfo Manavella; tres arquitectos y asesores técnicos del ministerio de Defensa, Juan Carlos Ahumada, Alexis Nahas y Evangelina Bouché, además de funcionarios montehermoseños.

Durante la recorrida los representantes de los organismos nacionales dejaron en claro que la estructura no corre riesgos, aunque coincidieron en la necesidad de su puesta en valor, una solicitud que viene siendo realizada desde la comuna a lo largo de los años.
Incluso, el municipio montehermoseño colabora con las necesidades del personal que habita en el predio y también proporciona el recurso humano calificado para abrir las puertas del Museo Naval y realizar visitas guiadas, sabiendo que el faro es uno de los mayores atractivos turísticos del balneario.

La última restauración del Faro Recalada se llevó a cabo a fines de 2005, para celebrar el 1 de enero del año siguiente su centenario con la señalización de “Emblema azul”, constituyéndose en Monumento Histórico Nacional, en cumplimiento a la Convención de la Haya de 1954, para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado.

Programa de Recuperación

En abril de 2023, el Gobierno de Alberto Fernández había anunciado una serie de trabajos en distintos faros de la costa marítima argentina, aunque el programa recién se lanzó oficialmente a principios de septiembre.

En un primer momento, el Programa de Recuperación de Faros incluía a 11 de estas estructuras en todo el país, previendo reparaciones y tareas de mantenimiento en su estructura, junto con trabajos de pintura, colocación de vidrios, y la reparación de tensores y bases, entre otras cuestiones. El Faro Recalada a Bahía Blanca estaba incluído.

Meses después, junto con el área de Cultura de la Nación, los ministerios de Obras Públicas y de Defensa anunciaron la extensión del programa, sumando tres faros más, aunque en esta oportunidad se sumó la interpretación de los faros como patrimonio histórico y cultural. El financiamiento correría por parte de la cartera que entonces conducía Gabriel Katopodis.

El programa, se había anunciado, “contribuye a preservar uno de los símbolos de la defensa de la soberanía en las costas de la Argentina, promoviendo y recuperando su valor cultural y patrimonial”.

Sin embargo, la iniciativa no logró concretarse y tras el cambio de autoridades nacionales el proyecto quedó trunco.

 

fuente: La Nueva